Alberto Moravia (1907-1990) |
Durante la Italia de la
Segunda Guerra Mundial, Cesira, una madre viuda y con fuerte
carácter, propietaria de una pequeña tienda en Roma, decide
abandonar su casa en la ciudad junto con su hija Rosetta –joven muy
inocente que no llega a los veinte– para marchar a su pueblo natal
en el campo, a medio camino entre la ciudad papal y Nápoles, con la
esperanza de pasar la guerra lejos de los bombardeos y de las
batallas que se darán sin duda en la capital. Con tal planteamiento,
y sin más equipaje que unas pocas ropas y dinero ahorrado, las dos
mujeres parten solas –sin saberlo– hacia la línea del frente. Y
ahí es donde tan prudente plan se vuelve contra ellas y empieza una
peripecia en la que las dos mujeres se enfrentan solas a la multitud
de peligros que entrañan las zonas desoladas y cercanas a la línea
del frente. Su búsqueda de refugio devendrá en realidad una lucha
contra la realidad y contra la desesperación, con un desgarro final
que cambiará sus vidas para siempre.
Esta novela de Alberto
Moravia, que es considerada un clásico en Italia hasta al punto de
ser llevada al cine, no tuvo tanta resonancia en España,
conteniendo, no obstante, un relato conmovedor que no dejará
indiferente a nadie que la lea. La constante sensación de peligro y
violencia –magníficamente recreada y aumentada por la condición
femenina de las protagonistas– lleva aparejada la incertidumbre
total sobre futuro de madre e hija en un entorno muy hostil en el que
ellas son forasteras y en el que campesinos y refugiados tratan de
obtener algún beneficio a costa de aquellos aún más desgraciados
que ellos.
Edición de Debolsillo, 2005 |
Una novela muy amena en
qué la acción transcurre en medio de ningún sitio, donde madre e
hija no pueden sino esperar un desenlace sobre el que ellas no pueden
influir y que poco a poco las consume, y que cuando finalmente
parecía renacer la esperanza para mejorar su situación, deviene una
fatalidad que separará irremisiblemente el alma de las dos mujeres.
La narración se convierte, pues, en el estudio de la condición
existencial humana, de cómo la violencia y la guerra cambian para
siempre un país y las personas mismas; es el estudio de las
relaciones familiares de supervivencia y la psicología del individuo
acosado que muta sus convicciones ante la evidencia de los hechos
consumados –personificados en la violencia– convirtiéndose la
transformación de la personalidad en uno de los ejes del relato y
que lo hacen sumamente interesante.
Por lo demás, La
Campesina es una novela con un estilo literario bastante ameno
que busca analizar el alma de la población civil italiana durante la
guerra, así como las circunstancias sociales y económicas que
conllevaron a la ocupación alemana de la península y sus
devastadores efectos, así como la decepción que siguió al triunfo
de los aliados. Con calculado realismo, la novela también se detiene
en bastantes ocasiones a analizar aspectos y retazos de esta época,
que denotan la documentación y conocimiento de Alberto Moravia sobre
lo que escribe. Nos hallamos, pues, ante una buena novela de uno de
los autores más consagrados de Italia en el siglo XX que hará
reflexionar al lector sobre un buen número de circunstancias
alrededor de nuestra existencia y condición.