¿Cómo redactar la
reseña una obra tan sorprendente? Mario Vargas Llosa se aseguró
bien la fama a raíz de esta obra, merecidamente. En
el Perú de los años cincuenta, entre las paredes del Colegio
Militar Leoncio Prado, célebre a raíz de esta novela, se desarrolla
una trama compleja alrededor de un instituto de educación
militar destinada a adolescentes. Diversas historias entrelazadas recorren mediante un enfoque narrativo múltiple el enredado
argumento, teniendo como principales protagonistas a Alberto –el
poeta–, El Jaguar y el Esclavo; diferentes alumnos-cadetes
protagonistas de una narración que se sucede entre clases,
maniobras, turnos de imaginaría, novatadas y la multitud de
sentimientos presentes en un estricto colegio militar al que las
clases medias peruanas envían a sus hijos para que bien sigan la carrera
militar o bien "se hagan hombres".
Todo empieza con una
incursión fallida para robar unos exámenes, a raíz de la cuál
quedan consignados sin poder salir del Colegio los imaginarias
Alberto y el Esclavo, hasta que se descubra el responsable. A partir
de ahí, se narran toda clase de vivencias y contradicciones internas
del internado: las novatadas, humillaciones y venganzas entre los
tres cursos, las escapadas del Colegio para visitar burdeles, los vicios a los que recurren los consignados, las vicisitudes de la primera sección de quinto curso
–alrededor de la cuál se desarrolla la trama– con las tensiones
de grupales internas, las vidas anteriores de Alberto y el Jaguar,
las miserias materiales y morales del Colegio, los oficiales-tutores que no de nada se enteran, los amoríos en
extramuros, etc. Finalmente, el Esclavo muere a causa de un disparo
provocado, siendo el punto de inflexión de la novela y momento a
partir del cuál se precipitan los hechos y se rompe el equilibrio
interno de la sección y en la oficialidad, con una lograda tensión
literaria. En suma, el autor construye, entre las paredes del centro, un mundo aislado, descarnado, ingrato y desconocido hasta para sus mismos habitantes.
Sorprende, aún más, la
reconstrucción de hechos que se va sucediendo a medida que los
múltiples relatos de la novela van poco a poco desarrollándose, sin
llegar claramente a entrelazarse, pero construyendo una narración
unitaria en la que muy fácilmente se perderán los lectores menos
avezados, pero cuya reconstrucción final nos muestran la habilidad
del autor para entretejer con los diferentes hilos una novela que
–sin pretenderlo– se vuelve adictiva. Cabe destacar también esa
técnica literaria basada reproducir las reflexiones de los mismos
personajes, muy logradas y parejas a pensamientos y razonamientos que
muchas veces uno mismo piensa, pero sin recordarlo, encargándose
Vargas Llosa de darles nueva vida, encajándolas en la novela y
potenciando la caracterización de los personajes, hasta poder intuir
como se sentirán o responderán. Además de eso, también la obra
también reflexiona sobre las tensiones del poder y como afecta este
a los individuos, pues cada uno de los personajes representa una
posición dentro de una escala de dominación, que a su vez se somete
a otra. En ese aspecto, la contraposición de las figuras del Jaguar
–cadete dominante de la sección– y el Esclavo –cadete
enclenque a quienes todos desprecian– resulta del todo ilustrativa,
tendiendo una especial significación a la muerte del segundo.
Fotograma de la adaptación al cine de F, Lombardi, 1985 |
Sin duda, una curiosa y
sorprendente novela que no dejará indiferente a ningún lector.
Pertenciente al boom hispanoamericano de la segunda mitad del siglo
XX, le valió al autor el premio Biblioteca Breve de 1962. Cabe decir
que Vargas Llosa pasó por el Leoncio Prado, y se sirvió de sus
recuerdos y impresiones para la confección de la obra, pese a no ser
autobiográfica.
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